EUROPA
PRESS
22 julio
2016
En España una de cada cinco personas sufre varices, pero a partir
de los cincuenta años afecta a la mitad de la población. Las altas temperaturas
empeoran los síntomas de esta manifestación crónica, produciendo piernas
hinchadas, calambres, dolor, pesadez y picor. Por este motivo, el cirujano
vascular del Hospital QuirónSalud (Coruña), Ignacio Lojo, ofrece una serie de recomendaciones para evitar las
molestias que conllevan las varices en esta estación.
La
aparición de las varices puede estar provocada por factores desencadenantes
como "las dietas pobres en fibra, el estreñimiento, el sobrepeso, etc.,
sin embargo, el principal causante es el componente genético", ha
explicado el doctor. Este problema afecta a más mujeres que hombres, debido
fundamentalmente al embarazo.
Cuando
aparecen los síntomas como las varices, cansancio o hinchazón de las
extremidades inferiores, es importante acudir al especialista para que, a
través de un examen completo, proporcione el tratamiento adecuado que retrase
su evolución. Hoy en día, además, existen técnicas mínimamente invasivas para
solucionar el problema.
Consejos para que el verano no influya en las
varices
Los
expertos recomiendan tomar el sol de forma moderada entre 15 y 20 minutos,
evitando las horas de mayor radiación UV, entre las 12 y las 16 horas. Si se
viaja a la playa, es importante cubrir las piernas o sumergirlas en el agua
hasta las rodillas, además, los paseos por la arena son una buena opción porque
son un buen masaje para ellas.
En la
piscina, hay que terminar el baño con duchas de agua fría y durante el día,
usar cremas protectoras e hidratantes. Al final de la jornada, será de ayuda
darse masajes con geles fríos. Se aconseja realizar
ejercicio de forma habitual, sobre todo caminar, ciclismo o natación.
Evitar
las comidas con sal o picantes y tomar frutas y verduras en cantidad constituye
una clave fundamental para eludir el estreñimiento y es recomendable beber
entre uno o dos litros de agua al día. En verano se pueden utilizar medias de
una compresión baja y más cortas, ya que son un aliado en el entorno venoso.
Por
último, si se hace un viaje largo, es aconsejable cambiar de postura y pasear
cada cierto tiempo, además, si es necesario, se puede acudir al médico para que
prescriba medicamentos dirigidos a mitigar los síntomas.